La superficie árida de aquel lugar del planeta permanecÃa inamovible, silenciosa, casi absurda. No era normal por aquellos lares. AllÃ, en su pequeño cÃrculo, debÃan estar en constante movimiento, simulando vida, simulando actividad. Un viento rojizo empeñado en dar sentido a las tormentas de polvo quiso restablecer la situación. QuerÃa llevarse lo que podrÃan ser pensamientos, transmisiones eléctricas que flotaban en un espacio irreal y olvidado. Información.  ¿Tal vez una débil señal? Una oportunidad, quizás, de seguir comunicándose, de estar…
¿Qué son seis años en la vida de un planeta? Eso no es nada… solo un paréntesis en el conocimiento. Pero un conocimiento tan valioso… La frÃa batalla de Troya pudo con él. Una batalla contra la quietud y el invierno.
El viento quiso que aquel extraño volviera a recorrer su pequeño espacio, que con esa delicada lentitud se moviera haciendo lo que fuera que solÃa hacer. Pero querÃa que se moviera. Uno de sus brazos pareció reaccionar… pero nada. Sólo era el viento. Aquel suelo árido permanecÃa ausente, soñando. Tal vez bajo su superficie hubiese algo esperando. Tal vez fuera una simple bacteria. Tal vez nada. Pero ahora tendrÃan que esperar. Porque la Spirit permanecÃa en silencio. A su alrededor, Marte.
Publicado en noviembre de 2011 en el blog de CreativaCanaria.com