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Etiqueta: letras

  • El niño al que le gustaba poco leer

    Érase una vez que se era, como todo lo que existe y existirá, un otoño que decidió apagar todas las letras y hacer desaparecer todas las palabras. De repente, un olor ocre de humo que acompañaba a las últimas tardes de septiembre, fue cayendo inexorablemente sobre plazas, mercados, calles desiertas y bibliotecas. Y, misteriosamente, como si la neblina fuera suficiente para borrar siglos de historia, todos los libros del mundo se fueron quedando en blanco.

    Al llegar noviembre, sólo la mitad de los libros, muchos escritos en idiomas ya desaparecidos, permanecían resistentes a la fría neblina que todo lo borraba. Parecía una enfermedad. Se inició una campaña de investigación y numerosos científicos y estudiosos intentaron recuperar las palabras que se volatilizaban… era como si nunca hubiesen existido, como si la materia de la que estaban hechas nunca hubiese sido real. (más…)

  • La letra «a»

    Érase una vez que se era, como todas las cosas que existen y existirán, una letra cansada que estaba harta de ser (mal) utilizada. Era una «a» minúscula, la primera de las vocales, la mayor y, por tanto, la que había tenido que ser la hermana responsable de todas las demás díscolas. Porque la «e» siempre había sido una rebelde independiente que no hacía caso a los consejos de la «a». Cuántas veces, por fastidiar, en vez de «e» se escribía «6» o «9».

    La «i» era más educada, tal vez porque no soportaba los desvaríos de la «e», pero era una olvidadiza y siempre se estaba dejando el punto por ahí, dando pie a la creación de la expresión «vamos a poner los puntos sobre las íes». La «o» y la «u» se llevaban muy bien entre ellas y la «a» las mimaba un poco, lo justo para que crecieran conservando la magia de la infancia. La «o» lo había pasado muy mal porque la llamaban gordita, actitud que siempre le sorprendía (no terminaba de acostumbrarse y respondía «Ooo» a cada rato, pero sobre todo cuando la llamaban gordita, ante lo cual la «u» se enfadaba muchísimo, impulsándose a sí misma y asustando a los que se metían con la redondita «o». Un «uuuu» bien entonado en mitad de la noche puede llegar a ser aterrador)… (más…)