Aspiromán1. De cómo Zelman conoció a quien sería Aspiroman. Todo fue por casualidad. Zelman había decidido eliminar de su repertorio todas las canciones que le evocaran tristeza, ya que era incapaz de superar tanto dolor intrínseco. ¿Cómo se distingue un dolor intrínseco de uno extrínseco? Es relativamente fácil de explicar… Digamos que un dolor intrínseco va asociado de forma inseparable a una imagen, un sonido, un olor, un recuerdo… no puede anularse. Un dolor extrínseco no va asociado a nada. Duele y ya está. Pero como llega, se va. El dolor intrínseco es como una hierba de esas que se te pegan cuando caminas por el campo. Se engancha y, a veces, mucho tiempo después, notas un picor y es un trocito de hierba que se ha quedado enganchada, escondida entre los pliegues. Sigue picando. Si al menos pudieras, como con la hierba, buscarlo con ahínco, encontrarlo y arrancarlo para siempre… Zelman se preguntaba todas estas cosas cuando, en un escaparate, vio algo que le llamó mucho la atención. Se trataba de una flamante aspiradora verde de segunda mano, muy normalita, digamos del montón. No tenía muchas funciones ni era muy moderna… Pero Zelman siempre había querido probar un cacharro…
Acerca de…A veces las cosas cobran vida. No se sabe cómo, pero adquieren cierto halo romántico y viven experiencias sorprendentes. Este blog de cuentos está dedicado a los objetos que pasan por nuestro lado, esos que nunca vemos, y que tienen tantas historias que contar. No son cuentos dirigidos a los más pequeños, aunque alguno habrá. Por cierto… Me llamo Natalia Ruiz Zelmanovitch y este es el resultado de mi cuentofilia.
Sentir-Vivir

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Aquí iremos dejando los cuentos que menos se parecen a los cuentos, las historias más íntimas y profundas. Las que no sabemos clasificar.

CuentoFilia

Cuentos breves sobre historias cortas…